Pero un hombre de una barrio humilde de Manila lo intentó… y descubrió que su colección aumentaba.
Puso los libros, apenas 100, en la puerta de su casa para ver si alguien quería pedir prestado alguno.
Lo hicieron.
Y a la hora de devolverlos, traían otros nuevos para añadir a la colección.
Así nació la biblioteca.
El hombre que convirtió su casa en una biblioteca pública
Conocido por el apodo de Nanie, ha creado una biblioteca informal
e improvisada, en la puerta de su casa en el centro de Manila, con el
propósito de contagiar a sus vecinos y compartir su pasión por la lectura.
La idea es sencilla: los lectores pueden llevarse tantos libros como quieran, durante el tiempo que quieran. Incluso de forma permanente.
Como dice Guanlao: "la única regla es que no hay reglas".
(Información de AQUÍ)
NANIE GUANLAO on PhotoPeach
La idea es sencilla: los lectores pueden llevarse tantos libros como quieran, durante el tiempo que quieran. Incluso de forma permanente.
Como dice Guanlao: "la única regla es que no hay reglas".
(Información de AQUÍ)
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